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Con el inicio de curso en la universidad, el colegio o incluso el trabajo, muchos nos planteamos la renovación del portátil para estudiar, trabajar o simplemente como elemento central del ocio (juegos incluidos) en casa.

Ahora bien, escoger el portátil más adecuando no es algo sencillo. Toma nota de los consejos, recomendaciones o aspectos a tener en cuenta a la hora de elegir el portátil en función de tu presupuesto.

Qué tener en cuenta antes de elegir portátil según nuestro presupuesto

El presupuesto es uno de los pilares que sostienen gran parte de la decisión de elegir un portátil u otro. Aunque nunca debemos olvidarnos de que el uso que vamos a dar a ese equipo nuevo es otro elemento clave a la hora de elegir un portátil y en muchos casos más determinante, al final, el dinero que podemos gastar va a hacernos tomar la última decisión.

A la hora de decidirnos a comprar un portátil ¿en qué especificaciones podemos reducir prestaciones para ajustar más el presupuesto?

La combinación de prestaciones y buen precio es casi imposible, y lo común será ir sacrificando determinados aspectos en función del dinero que queramos gastar así como del tipo de equipo que queramos comprar. Así, aunque hay aspectos donde no recomendamos rebajar demasiado las exigencias, escoger un modelo con más pantalla, más ligero o especificaciones más destacadas va a depender de para lo que vayamos a destinar ese equipo.

Ligereza y autonomía

Si el portátil que quieres comprar va a tener un uso fuera de casa bastante intensivo, es imprescindible que reúna condiciones de poco peso y batería con buena autonomía. Olvídate pues de grandes diagonales y por normal general, precios baratos.

Los ultrabooks, categoría en la que encajarían estos equipos, sacrifican rendimiento, resolución de la pantalla o capacidad de almacenamiento si no disponemos de un presupuesto abultado y queremos conseguir poco peso y larga autonomía. Lo habitual es que estos equipos usen unidades SSD pero no de excesiva capacidad sin que el precio se eleve bastante. Con ellos, además de un mejor desenvolvimiento, conseguimos un funcionamiento silencioso, menor consumo y poco peso.

Aunque nos ofrezca menos capacidad de almacenamiento, la unidad SSD en un portátil que queremos que sea ligero y con buena batería es imprescindible y no deberíamos recortar prestaciones en ese apartado del equipo

Podemos caer en la tentación de escoger un ultrabook de menos precio que no cuente con unidad SSD, pero sería un error. Es más acertado reducir presupuesto en otros apartados de ese mismo equipo pero no en contar con una unidad SSD.

Otra manera de abaratar el coste de un portátil es con los materiales. Los equipos más ligeros o de cuidada estética recurren a materiales como la fibra de carbono o aleaciones ligeras de metal como la de magnesio, una de las más usadas. Si no es tu principal preocupación, puedes optar por diseños menos estilizados y donde el plástico siga siendo el material usado. Pero ten en cuenta que la refrigeración, sobre todo en equipos que no cuentan con ventiladores, será menos eficiente (y más molesto el calor) en los equipos con diseño basado en el plástico.

No hay que olvidarse tampoco de la conectividad, especialmente hoy en día. Conseguir portátiles más ligeros y delgados ha llevado a reducir el número y tipo de puertos, así que la necesitad de varios puertos USB o incluso de conectores específicos como puertos HDMI o DisplayPort, requiere de una búsqueda más precisa para no echarlos de menos más adelante.

Tamaño y resolución de pantalla

Entre los portátiles más baratos es cada vez más frecuente encontrar modelos con diagonal bastante reducida, por debajo de 12 pulgadas. Si le unimos que la resolución y calidad de la pantalla no suele ser su punto fuerte, el resultado sería un equipo cómodo de transportar pero con el que no podríamos trabajar mucho tiempo debido a esas limitaciones de la pantalla. Salvo que el uso vaya a ser muy esporádico, no sacrifiques tanto ni en tamaño de pantalla ni en resolución de la misma. O al menos ajusta esa relación en la mejor proporción posible.

Optar por pantallas más reducidas tiene sentido en equipos convertibles, donde retirando el teclado o girando la pantalla, vamos a poder usar el equipo como tablet si además dispone de tecnología táctil en la pantalla. Este “extra” puede elevar el precio del equipo, así que asegúrate de que lo usarás. Si la pantalla es muy grande o el equipo pesa mucho, puede convertirse en esa funcionalidad por la que pagaste más dinero y nunca aprovechaste.

Si el portátil que buscamos es para jugar así como para editar vídeos o fotografía, o donde queramos disponer de mucha información en la pantalla, además del procesador, memoria RAM o un buen SSD, hay que optar por modelos con pantalla de al menos 1080p de resolución y una diagonal que haga cómodo su uso durante largas sesiones, así que al menos debe ofrecernos 15 pulgadas.

Tampoco olvides nunca probar tanto touchpad como teclado en tu futuro portátil si tienes la oportunidad de hacerlo. Si no te convence el teclado, por ejemplo, y necesitas escribir mucho, es mejor buscar alternativas que aunque sean más caras, nos den mejor recorrido y calidad en la construcción. Y si piensas usarlo por la noche o con poca luz, que sea un teclado retroiluminado es clave.

Potencia y memoria RAM

Cuando se trata de escoger portátil, los números relacionados con las capacidades del procesador, la tarjeta gráfica, el disco duro o la cantidad de memoria RAM tendemos a querer que sean lo más grandes posible. Y con ello se incrementa habitualmente el precio.

En equipos de uso doméstico o para ofimática, la tarjeta gráfica es un elemento que podemos obviar con los últimos procesadores del mercado, que cuentan con mejores soluciones gráficas integradas, en algunos casos igualando el rendimiento de las gráficas dedicadas más básicas. Si pese a todo necesitas que el portátil integre una solución dedicada, escoge bien la gama que realmente necesitas según el uso y podrás ahorrar bastante. Habitualmente las gráficas de gama alta o más rendimiento no ofrecen la mejor relación calidad-precio.

Sobre procesadores y memoria RAM, en equipos no específicos como para jugar o edición de vídeo / fotografía, mejor primar lo segundo si tenemos que ajustar el presupuesto, pues lo notaremos en el día a día más. Por norma general es preferible combinar un procesador medio con más RAM, por ejemplo 8 GB mínimo, que optar por un procesador de gama alta pero acompañado de poca memoria, algo que ocurre en algunas ofertas muy tentadoras del mercado. Y ojo con los equipos que no permiten ampliar posteriormente la memoria RAM, que cada vez más son mayoría.

Por último no olvides que si bien es bueno aprovechar una oferta ajustada a nuestra necesidad actual, la vida útil del equipo no será la misma que si tenemos holgura en las especificaciones.

Fuente: http://www.xataka.com