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Desde hace varios años, con el nacimiento del Internet de alta velocidad y la facilidad para contar con una página web, lograron la popularización las páginas web dinámicas, con mucha flexibilidad para adaptarse a cada navegador.

Con esto, la necesidad de utilizar bases de datos para administrar la información es vital, y si no tenemos cuidado podemos enlentecer toda nuestra página.

Independiente de si usamos MySQL o MSSQL debemos trabajar para que nuestras bases de datos sean lo más rápidas y eficientes posibles para atraer más visitantes a nuestro sitio y aumentar nuestras oportunidades de situarnos en la primera página de Google.

Una explicación fácil de una base de datos podría ser simplemente un conjunto de tablas con varias filas y columnas que almacenan información. Por ejemplo, podríamos tener la tabla clientes, donde guardamos el apellido y el teléfono de contacto de todos nuestros clientes.

Es por esto, que algo muy importante a la hora de diseñar una base de datos es realizar una buena planificación tomando el tiempo necesario y sin apurar excesivamente el proceso, debido a que, si bien no es imposible, es más complicado arreglar bases de datos en comparación de crearlas con una planificación coherente.

No obstante, al punto anterior, una buena planificación inicial no significa que mantendrá a la base de datos en perfecto estado por toda la eternidad. Es importante revisarla y verificar su estado.

De esta forma podremos encontrar tablas sin mucho uso, que convendrá eliminar. Lo mismo sucede con las propias columnas (tal vez no sea tan buena idea registrar el equipo de futbol favorito de nuestros clientes cuando estamos gestionando la base de datos de una cerrajería).

Sumando al punto anterior, es de vital importancia verificar las consultas SQL (como puede ser los SELECT) para encontrar las consultas más lentas y trabajar en ellas para reducir el tiempo de ejecución (como puede ser, utilizar Índices o una consulta más específica).

También es importante verificar lo que se está guardando en las bases de datos. No es para nada recomendable guardar imágenes. En caso de necesitarlo, es mucho mejor registrar la ruta donde se encuentran dichas imágenes. De esta forma, no solo reducirás el tamaño de tu base de datos, sino que también reducirás los tiempos de demora de las consultas.

Como recomendación final, hay que tener en cuenta el nombre de nuestras tablas y columnas. Mientras más acortados sean, más rápida será la consulta. Por ejemplo, en la tabla clientes, es mejor contar con la columna “apellido” que con la columna “apellido_cliente”.

No obstante a esto, también debe de ser fácilmente reconocible para los desarrolladores, ya que, si se reducen los nombres demasiado, puede limitar al equipo y aumentar el tiempo necesario para actualizar o mantener las bases de datos.

Por ejemplo, es más fácil gestionar la tabla clientes con las siguientes columnas: “nombre”, “apellido”, “correo”, que utilizando columnas como las siguientes “n”, “a”, “c”.